TAREA 3: TEORÍA HELIOCÉNTRICA Y GEOCÉNTRICA
TEORÍA HELIOCÉNTRICA:
El heliocentrismo es un modelo astronómico según el cual la Tierra y los planetas se mueven alrededor del Sol relativamente estacionario y que está en el centro del universo. Históricamente, el heliocentrismo se oponía al geocentrismo, que colocaba en el centro a la Tierra. La idea de que la Tierra gira alrededor del Sol fue propuesta desde el s.III a. C. por Aristarco de Samos. Aunque no recibió apoyo de otros astrónomos de la antigüedad, sí fue citado por Arquímedes en El contador de arena.
No fue sino hasta el siglo XVI, durante el Renacimiento, cuando un modelo matemático completamente predictivo de un sistema heliocéntrico fue presentado por el matemático, astrónomo y clérigo católico polaco Nicolás Copérnico, con la publicación en 1543 del libro De Revolutionibus Orbium Coelestium. Esto marcó el inicio de lo que se conoce en Historia de la ciencia como "revolución copernicana". En el siguiente siglo, Johannes Kepler extendió este modelo para incluir órbitas elípticas. Su trabajo se apoyó en observaciones hechas con un telescopio que fueron presentadas por Galileo Galilei.
Con las observaciones de William Herschel, Friedrich Bessel y otros, los astrónomos terminaron por aceptar que el Sol no se encuentra en el centro del universo; en la década de 1920, Edwin Hubble demostró que formaba parte de un complejo aún mucho mayor: la galaxia (Vía Láctea), y que esta era tan solo una entre miles de millones de galaxias más.
La teoría geocéntrica es una teoría astronómica que sitúa a la Tierra en el centro del universo, y a los astros, incluido el Sol, girando alrededor de la Tierra.
El geocentrismo fue la visión del universo predominante en muchas civilizaciones antiguas. En el siglo II d. C. Claudio Ptolomeo, en su obra Almagesto, introdujo un sistema geocéntrico utilizando epiciclos, deferentes y ecuantes que tendría una amplia aceptación. El modelo de Ptolomeo estuvo en vigor hasta el siglo XVI cuando fue reemplazado por la teoría heliocéntrica de Copérnico.
El paradigma geocéntrico se adoptó en la astronomía y filosofía griega. En el siglo VI a. C. Anaximandro propuso una cosmología en la que la Tierra tenía la forma de la sección de un pilar (un cilindro) flotante en el centro de todo. El Sol, la Luna y los planetas eran agujeros en ruedas invisibles que rodeaban la Tierra, a través de los cuales los seres humanos podían ver un fuego oculto. Al mismo tiempo, los pitagóricos pensaban que la Tierra era esférica (de acuerdo con las observaciones de los eclipses) pero no el centro del universo; postulaban que estaba en movimiento alrededor de un fuego no visible.
Con el tiempo, estas dos versiones se combinaron; por lo que la mayoría de los griegos educados pensaban que la Tierra era una esfera en el centro del universo. En el siglo IV a. C. dos influyentes filósofos griegos, Platón y su discípulo Aristóteles, escribieron trabajos basados en el modelo geocéntrico.
Según Platón, la Tierra era una esfera que descansaba en el centro del universo. Las estrellas y planetas giraban alrededor de la Tierra en círculos celestiales, ordenados de la siguiente manera (hacia fuera desde el centro): Luna, Sol, Venus, Mercurio, Marte, Júpiter, Saturno y las estrellas fijas.
Eudoxo de Cnido, quien trabajó con Platón, desarrolló una explicación del movimiento de los planetas basadas en el discurso de Platón, manifestando que todos los fenómenos en los cielos pueden explicarse con el movimiento circular uniforme.
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