TAREA 7: PRINCIPALES RIEGOS NATURALES Y SU PREVENCIÓN

Inundaciones: Estas pueden ocurrir debido a lluvias intensas, deshielo o crecidas de ríos. La prevención incluye la construcción de infraestructuras como diques y sistemas de drenaje, así como la planificación urbana adecuada para evitar construir en zonas de riesgo.

Incendios forestales: Especialmente en Andalucía, donde el clima es cálido y seco en verano. La prevención se centra en la gestión forestal, la creación de cortafuegos y campañas de concienciación para evitar fuegos provocados por actividades humanas.

Terremotos: Aunque no son muy frecuentes, algunas zonas de España pueden experimentar sismos. La prevención incluye la construcción de edificios con normas sísmicas y la educación sobre cómo actuar en caso de un terremoto.

Deslizamientos de tierra: Estos pueden ocurrir en áreas montañosas o con suelos inestables, especialmente tras lluvias intensas. La prevención implica la reforestación y la estabilización de laderas.

Sequías: En algunas regiones, la falta de agua puede ser un problema serio. La gestión del agua, la promoción de técnicas de riego eficientes y la conservación de recursos hídricos son claves para la prevención.

Tormentas y granizadas: Estas pueden causar daños en cultivos y propiedades. La prevención incluye la mejora de los sistemas de alerta temprana, la monitorización meteorológica y la implementación de seguros agrarios para proteger a los agricultores.

Desertificación: Especialmente en algunas áreas de Andalucía, la desertificación puede afectar la agricultura y la biodiversidad. Las medidas de prevención incluyen la reforestación, la gestión sostenible del suelo y la promoción de prácticas agrícolas que conserven la humedad del suelo.

Riesgo de tsunamis: Aunque es menos común, algunas zonas costeras de España pueden estar en riesgo. La prevención implica la elaboración de planes de evacuación y la educación de la población sobre cómo actuar en caso de un tsunami.

Erosión costera: Las costas españolas, especialmente en Andalucía, pueden sufrir erosión debido a la actividad humana y el cambio climático. La prevención incluye la construcción de barreras naturales, la restauración de dunas y la regulación del desarrollo costero.

Olas de calor: Con el cambio climático, las olas de calor se están volviendo más frecuentes. La prevención incluye la creación de planes de salud pública, la promoción de la hidratación y la protección de grupos vulnerables, así como la mejora de la infraestructura urbana para reducir el efecto de "isla de calor".

En Andalucía, se han implementado diversas estrategias y planes de emergencia para mitigar estos riesgos, así como campañas de sensibilización para la población. La colaboración entre instituciones y la comunidad es fundamental para mejorar la resiliencia ante estos fenómenos.